Cuando el desarrollo del niño se produce en una familia armónica y en una sociedad que le acepta, le apoya en sus progresos y ante sus dificultades, su salud mental se caracteriza por su capacidad para adaptarse al crecimiento y a las exigencias a las que es sometido.
La adolescencia es un periodo de la vida que oscila entre la niñez y la juventud; es decir, la edad comprendida entre los 12 y los 21 años de edad.
La adolescencia es descrita como una época en la que el adolescente busca, quiere llegar a ser alguien pero no sabe cómo, es por eso que el adolescente hace ensayos que en ocasiones pueden ser mal vistos por la familia y la sociedad, olvidándonos los adultos que estos ensayos son necesarios para que consolide su identidad. Entendemos por identidad la sensación de continuidad y mismidad, es decir, de ser uno mismo y lo que le permite al individuo diferenciarse de los demás.
La adolescencia es considerada en sí misma una etapa de crisis ya que implica adaptarse a cambios físicos, psicológicos y medioambientales (familiares y extrafamiliares) pues es el momento en que "se empieza a dejar de ser niño" y esto conlleva el tener como una tarea importante en esta etapa el aceptar la pérdida de esa infancia.
La adolescencia es un periodo de la vida que oscila entre la niñez y la juventud; es decir, la edad comprendida entre los 12 y los 21 años de edad.
La adolescencia es descrita como una época en la que el adolescente busca, quiere llegar a ser alguien pero no sabe cómo, es por eso que el adolescente hace ensayos que en ocasiones pueden ser mal vistos por la familia y la sociedad, olvidándonos los adultos que estos ensayos son necesarios para que consolide su identidad. Entendemos por identidad la sensación de continuidad y mismidad, es decir, de ser uno mismo y lo que le permite al individuo diferenciarse de los demás.
La adolescencia es considerada en sí misma una etapa de crisis ya que implica adaptarse a cambios físicos, psicológicos y medioambientales (familiares y extrafamiliares) pues es el momento en que "se empieza a dejar de ser niño" y esto conlleva el tener como una tarea importante en esta etapa el aceptar la pérdida de esa infancia.
Por su parte la adolescencia de los hijos es también una etapa de crisis para los padres ya que éstos tendrán que vivir junto con el adolescente estos cambios: el hijo que tienen frente a sí no es un niño pero tampoco es un adulto, no será de extrañar sus cambios en el comportamiento mostrándose oposicionista y desafiante, pareciera que está peleado con todos y con todo, se muestra inconforme con todo lo que antes era aceptado llámese familia, sociedad, cultura, religión, etcétera, El adolescente -siente la necesidad de estar menos tiempo con sus padres, lo que le va a permitir desprenderse de ellos y estar en posibilidad de establecer nuevas relaciones principalmente con otros adolescentes hombres y mujeres-; el adolescente desarrolla modas en el vestir, en el saludo, en el lenguaje, en el arreglo ¿desarreglo? personal, "se casa" con ideas radicales manifestándose o bien como ateo o como comunista, situaciones todas éstas que van a repercutir de una u otra forma, en mayor o menor medida en la actitud y en el comportamiento de esos padres hacia sus hijos adolescentes, y es así como también con aportación de los padres (idealmente tolerando y guiando estos cambios) el adolescente va conformando su identidad.
Ahora bien, ¿en qué momento podemos hablar de conductas mal adaptativas o de riesgo de prolongación o desviación del desarrollo de esa identidad? Cuando estas conductas que hemos descrito como características de la edad adolescente parecen perpetuarse, acentuarse y aun desviarse por caminos que ya no representan ideales a alcanzar sino una forma de vida, en la que se puede estar arriesgando la vida. Por ejemplo, el uso de drogas, conductas antisociales, etcétera, por el contrario, una transición adecuada de la adolescencia permitirá al chico o a la chica encontrar "eso" que andaba buscando que es justamente su identidad; le permitirá establecer una relación diferente con sus padres, con amigos, con intereses diversos pero definidos, por ejemplo, decidir qué quiere estudiar y elegir una pareja con la cual pueda compartir su vida.
Ahora bien, ¿en qué momento podemos hablar de conductas mal adaptativas o de riesgo de prolongación o desviación del desarrollo de esa identidad? Cuando estas conductas que hemos descrito como características de la edad adolescente parecen perpetuarse, acentuarse y aun desviarse por caminos que ya no representan ideales a alcanzar sino una forma de vida, en la que se puede estar arriesgando la vida. Por ejemplo, el uso de drogas, conductas antisociales, etcétera, por el contrario, una transición adecuada de la adolescencia permitirá al chico o a la chica encontrar "eso" que andaba buscando que es justamente su identidad; le permitirá establecer una relación diferente con sus padres, con amigos, con intereses diversos pero definidos, por ejemplo, decidir qué quiere estudiar y elegir una pareja con la cual pueda compartir su vida.
Pero una cosa es reconocer que cierto grado de autoestima es conveniente y otra muy diferente considerar que la autoestima lo es todo en la vida o que es lo más importante. Del mismo modo: una cosa es favorecer las condiciones para que la autoestima se desarrolle de un modo natural y otro muy diferente es provocar artificialmente una autoestima que, además, no es real.
En algunos países (sobre todo en Estados Unidos) se ha puesto de moda últimamente la preocupación por la autoestima, hasta el punto de hacer de ella una obsesión. Desde algunas "nuevas" posturas psicológicas que pretenden resucitar las viejas teorías permisivas del psicoanálisis, se está intentando asustar a los padres y profesores con un "mal terrible" que acecha a sus hijos o alumnos: la falta de autoestima. Y para evitar que estos últimos lleguen a ser víctimas de ese mal, se recomienda a sus educadores desarrollar artificialmente y a corto plazo la autoestima de los niños y de los adolescentes con los procedimientos que expongo a continuación.Todos los procedimientos están orientados al logro de un único objetivo: fortalecer el ego de los educandos para que se sientan bien consigo mismos:
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